domingo, 8 de agosto de 2010

Micro reflexiones veraniegas Vol.3


Reconozco que no me pasa en todas las facetas de mi vida, pero creo que estoy siendo capaz de afrontar la maternidad en el tono más positivo y alegre posible. Intento encarar todas las circunstancias con templanza, sobre todo, entendiendo los comportamientos de mi niño.

Esto me está ayudando a no enfadarme demasiado con él, y a no hacer de la maternidad un eterno estado de enojo, como he observado que les pasa a muchas madres y padres, que no dan un respiro a sus hijos entre regañina y regañina, salpicado con algún reproche – Apunte: con esto no digo que sea perfecta, ni la mejor madre del mundo, pero creo que es “un truco”, llamémoslo así, para vivir la maternidad de una manera más feliz.

A llegar a este punto, me ha ayudado mucho el concepto explicado magistralmente por el doctor Carlos González en sus libros, que habla de que el niño no hace las cosas para probarte o retarte, sino que las hace por necesidad, con el único fin de cubrir algunas de sus necesidades.

De este modo, veo a mi niño de otra forma, y entiendo sus llantos, sus rabietas e incluso sus malas formas en algunas ocasiones -estamos en plena etapa de inicio de "los terribles 2", no os digo más... Esto no significa que consienta el mal comportamiento (como a veces algunos interpretan a la hora de hablar de crianza natural) pero sí me ayuda a no salirme de mis casillas y a entender qué está pasando por su cabeza.

Gracias a esto he sido capaz, y me siento orgullosa de decirlo – sobre todo teniendo en cuenta el carácter tan explosivo, y a veces malhumorado, que me gasto (preguntadle a mi novio)- de no haber perdido nunca los nervios – bueno, dejémoslo en no haber perdido “demasiado” los nervios – con mi niño.

viernes, 6 de agosto de 2010

Encuesta sobre tu infancia...


Voy a dejar las Micro reflexiones veraniegas a un lado, para pediros un favor... ¿Os apetece recordar vuestra infancia? ¿Vuestros juguetes más queridos? Si es así, me haríais un gran favor completando esta encuesta. ¡Será breve e indoloro!

Pichad aquí

¡Muchas gracias!

miércoles, 4 de agosto de 2010

Micro reflexiones veraniegas Vol.2


La adhesión de nuestros hijos por algunas marcas es mágica. En concreto mi niño venera a Dora Exploradora, a todos los personajes de La Casa de Mickey Mouse y a Epi y Blas, entre otros.

Confieso que cuando me pongo consumista soy la más, y quizás mi niño ha heredado de su madre esa faceta entregada al capitalismo, pero sinceramente no sé de donde saca tanto amor para estos personajes. En concreto adora a Goofy y lleva su muñeco en peregrinación a cualquier sitio donde vamos. Que le guste Goofy dice mucho de él ya que, como veis, no se decanta por el protagonismo de Mickey, sino que opta por un secundario, casi siempre perdedor. Este hecho lo convierte en el Atlético que es por vía paterna y en el defensor de causas perdidas que es, por rama materna.

Pues siguiendo con las reflexiones veraniegas yo invito a estas marcas a que amplíen su negocio, ya grueso con líneas de ropa, comida, juguetes o enseres escolares… y que lancen al mercado productos para los adultos del mañana, que seguirán con devoción sus marcas de por vida.

¿Qué tal cigarrillos “Bugs Bonny”? ¿o whisky “El pato Donald”? ¿o, incluso, preservativos “el Monstruo de las Galletas” – para tus noches más locas?

lunes, 2 de agosto de 2010

Micro reflexiones veraniegas Vol.1


Hoy inauguro una nueva y efímera sección en mi blog llamada “micro reflexiones veraniegas”. Será un experimento para observar algunas tendencias sobre el comportamiento de la audiencia de mi blog (sí, empezad a sentiros ratillas de laboratorio) y para dar salida a algunas ideas que no sirven para desarrollar un post completo, pero que pueden resultar buenas para una micro-reflexión estúpida, como las que voy a hacer en estos días.

Pues eso, ahí va la primera:

Paseando por cualquier playa o piscina, puedo distinguir perfectamente las barriguillas que han sido mamás. Son esas tripillas ligeramente descolgadas (salvo afortunadas excepciones) que lucen muchas mujeres. Si no viviéramos en una sociedad tan sumamente estúpida, estas barrigas serían veneradas y deberían estar de plena actualidad. Son barrigas que han engendrado vida, son barrigas que han acunado durante meses a un ser vivo, que va a ser el centro de la vida de esa mujer en adelante.

Estas barrigas deberían ser un “must” de última moda, para cualquier mujer que desee ser madre, y deberían ser anheladas por ellas como el símbolo externo de haber sido MADRE.

¡Vivan las barriguillas descolgadas y esas afortunadas mujeres que las lucen!