martes, 21 de diciembre de 2010

Las cosas de mi niño Vol. 3



Mi hijo ya empieza a pedir autonomía para casi todo: “Yo solo, yo solo” es su grito de guerra. Hace pocos días le expliqué como desvestirse y vestirse solo y lo hizo bastante bien (esto es una madre orgullosa).

Esta es una conversación real con mi niño:

- Vamos a cambiarnos para ir al cole.
- Mami, yo solo, yo solo...
- ¡¡¡Ah!!! claro, que tú ya sabes vestirte solo.
- Claro, soy un hombre.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Inglesina me hace una reina


Sí, soy una diva blogger-star... ¿y qué? Yo ya lo sospechaba, pero la marca Inglesina ha sido quien me lo ha acabado de confirmar :-) ¡Yeah!

Vivir las acciones de comunicación desde esta prespectiva, viendo la vida como una estrella de la red, es muy interesante, sobre todo estando acostumbrada a estar siempre al otro lado...

Y esa ha sido la experiencia que me ha permitido disfrutar Inglesina, que lanza en España su carrito de paseo Avio. He tenido el placer de que esta marca me regale su último modelo para probarlo y que os cuente qué opino de él. Me ha gustado mucho la total libertad que me han dado para hacerlo, ninguna directriz, ninguna consigna, sólo: - Toma el carro y cuenta qué te parece. Esto denota la confianza que tienen en el producto. Y no van desencaminados - por cierto se nota que es un producto imortante para la marca, con sólo mirar el despliegue que han hecho con su web, preciosa y muy completa.

Sinceramente me gusta mucho. Es un carrito ligero, fácil de plegar y muy cómodo de manejar, creo que las claves para ser un buen producto. Pero lo más, de lo más, es el reposa vasos que incluye para poner el agua del niño o la bebida de las divas blogueras: Diet Coke, claro.

Cuando recibimos el carrito estaba desmontado. Montarlo fue una odisea, pero no porque fuese complicado, sino porque mi novio y yo somos unos verdaderos negados para el montaje de lo que sea (Ikea es nuestro peor pesadilla). Cuando el carrito estuvo listo para usar, ya notamos la diferencia con el que nosotros tenemos (del que obviaré la marca porque sólo puedo echar pestes sobre él). Hasta a mi niño le gustó y al día siguiente clamaba: ¡Quiero ir a un paseo con el “cadito” nuevo! Y así lo hicimos.

Uno de los (muchos) problemas que tenía con mi otro carrito era subir los escalones de las aceras... la verdad es que con el nuevo modelo Avio, es una verdadera gozada. También me gusta la cesta con la que cuenta, para dejar las millones de cosas con las que tenemos que cargar los padres, amplia y de cómodo acceso.

Otros elementos destacables son la capota, de un material flexible que hace muy cómodo el esplegarla y plegarla. Además, una vez que la capota está totalmente abierta, cuenta con una segunda visera, que amplía la protección contra el sol o incluso la lluvia, ya que la capota es impermeable. Además Avio incluye un plástico para protección contra la lluvia, que es extremadamente fácil de poner y, sobre todo, se pliega en un pequeño rollito, que se deja en la cesta y no ocupa nada de espacio, teniéndolo siempre disponible para su uso cuando llega el mal tiempo.

También me encanta el sistema que tiene para reclinar el asiento, que con una sencilla pestaña permite inclinarlo cuanto desees sin dar “tirones”, es decir, que si el niño duerme, lo reclinas de forma muy suave, sin que se despierte – este era otro de los grandes problemas de mi ex-carrito.

Por sacarle una pega diría que su diseño tampoco es que sea super fashion, tampoco es feo, pero no es ultra moderno... pero, desde luego, en comodidad y fácil manejo creo que no hay muchos en el mercado comparables con este modelo de Inglesina.

En resumen, que Avio nos ha aportado comodidad pero, además, ha devuelto a mi niño las ganas de montarse en el carrito, algo que ya casi era imposible. Será la novedad, pero mi niño está en cantado.

Gracias a Inglesina por pensar en mi blog para esta acción. ¡Ha sido un placer!

Otras mamás que han opinado sobre Avio de Inglesina:

Construyendo una familia
Nace una mamá
Yo madre

martes, 14 de diciembre de 2010

Las cosas de mi niño Vol. 2



Ya sólo le doy teta a mi niño por la noche e intuyo que ya no queda mucha leche. De hecho, si alguna tarde le doy un poquitín, cuando se va a dormir ya no sale casi nada.

Esta es una conversación real con mi niño:

- Hijo, ¿sale leche?
- No sale, no sale, mamá... sólo hay carne

sábado, 11 de diciembre de 2010

Soy como Carrie Bradshaw... ¿o no?



A veces, escribiendo este blog, me siento como Carrie Bradshaw... aunque, quizás, con algunas diferencias.

Así, yo, en vez de un armario lleno de preciosos y relucientes Manolos, tengo un niño...

Carrie se debatía entre asistir a una cena cool en el restaurante más chic de Manhattan o a la inauguración de la exposición del artista más trendy de la Gran Manzana, en cambio, mi mayor elección en los últimos tiempos ha sido entre salchichas o tortilla para cenar...

La Bradshaw vive de lujo de escribir una columna semanal en un diario local, sin embargo yo me “jarto” de currar para pagar al banco los intereses de mi hipoteca...
Pues entonces, ¿por qué me sentiré Carrie? ¡Ay! Qué daño hacen las series de TV y los personajes aspiracionales...

Total, que como dirían los inolvidables Martes y 13 en su sketch de Gabriel - ¡qué grande! - “es lo mismo... pero no es igual” - Joder, (¡uy! Perdón) si es que hasta la broma que haría Carrie sería otra...

Los pucheros y la educación


La educación es como un puchero, a todos nos gusta más el de casa. Cogemos la receta de nuestra madre o, en su defecto, de un libro o una amiga, y antes de hacer el guiso ya estás añadiendo mentalmente tus propios condimentos. El día que abres la olla para meter los ingredientes, aquello ya tiene poco que ver con el original... y quizás precisamente por eso te gusta más. El resultado es el puchero de tu madre, con alguna innovación de tu cosecha, salpimentado por tu pareja y sin zanahorias, porque a tu niño no le gustan. En definitiva: el plato perfecto para tu casa.

Hoy, un grupo de mamás blogueras (y un valiente Papá Lobo) hemos tenido el placer de ponernos cara en un evento al que nos ha invitado Una mamá(contra)corriente, de la mano de la revista Mía.

El acto ha estado “amenizado” por Super Nany y el primer asunto que hemos tratado ha sido, como no, las dos grandes corrientes de crianza, es decir, la primera en la frente – creo que ella no sabía que había entrado en un “nido de víboras” talibanas de la crianza con apego :-) - y, claro, hemos cuestionado sus métodos.

Luego hemos repasado otras cuestiones como la comida, el sueño, las rabietas o el control de esfínteres, vaya todos los clásicos, y en resumen puedo decir que ha estado interesante, ya que independientemente de la teoría con la que comulguemos, creo que todos los presentes disfrutamos con fruición una charla sobre maternidad.

En fin... más allá de que estemos de acuerdo con una filosofía u otra, de lo que me ha servido esta charla ha sido, sin duda, para darme cuenta de que el puchero, como en casa... en ningún sitio.

sábado, 4 de diciembre de 2010

El virus del mal


Mi niño se ha contagiado del virus del mal. Tras nuestra última visita a urgencias, un asqueroso y malísimo patógeno se ha instalado en su pequeño cuerpo y ha sido poseído por el mismísimo Belcebú. Las rabietas y los escupitajos son dos de las tres cosas que hace con más asiduidad.. porque también pide, con insistencia demoníaca, su alimento fetiche en éstos días: “choco”.

Su padre y yo hemos invocado a Carlos González, a Super Nany y hasta al malvado Estivill, pero este satánico virus es resistente y no hay forma de exorcizarlo...

¿Agua bendita? ¿Bob Esponja? ¿Aspitos? ¿Una sesión de Sálvame de Luxe? Estamos dispuestos a probar cualquier cosa...

sábado, 27 de noviembre de 2010

Nace Dormix, primer fármaco para la inducción del sueño infantil


Abril de 2064, los Laboratorios ÁNDRIDE lazan al mercado DORMIX, primer fármaco que actúa en el córtex cerebral induciendo al sueño. El fármaco, que se presenta en monodosis autoinyecables, no es un sedante sino un principio activo que actúa sobre las áreas del cortex cerebral que rigen el sueño y llevan al individuo a la fase REM en tan sólo unos segundos. Por sus propiedades únicas, y su ausencia total de efectos secundarios y contra indicaciones, DORMIX está prescrito para cuadros de insomnio crónico e, incluso, para pacientes en estado terminal, ancianos y niños con desordenes del sueño.

En pocos meses, el 74% de los pediatras españoles recetaban de manera habitual DORMIX a niños de entre 1 mes y 5 años, y se calcula que más del 93% de los niños nacidos entre 2065 y 2072 tomaron DORMIX en algún momento de su infancia.

Muy pronto, a esos niños criados con DORMIX se les denominó la “generación durmiente”, entre la que era habitual reconocer signos de retraso motriz, intelectual, psicológico y emocional. Diversos estudios demostraban que en torno al 35% de esos niños dormían una media de entre 18 y 20 horas diarias, lo que les impedía un desarrollo adecuado a todos los niveles, ya que carecían de las horas necesarias de interacción con su entorno en un estado de vigilia.

Tras diversos casos de niños y ancianos fallecidos por deshidratación, después de más de 3 días de sueño continuado, inducido por repetidas dosis de DORMIX, los medios de comunicación se hicieron eco del fenómeno, y las autoridades sanitarias no tuvieron más remedio que intervenir activamente, realizando diversas campañas de concienciación sobre el uso responsable de este fármaco, y otros clónicos que se lanzaron al mercado con diferentes usos, y que también actuaban en diversas áreas del córtex cerebral, controlando algunos impulsos para gestionar el apetito o el deseo sexual...

- Mamáaaaaaa, mamáaaaaaa...
- Chata, chata, es el niño, se ha despertado...
- Ya voy, ya voy...

domingo, 31 de octubre de 2010

De jefes y de padres


"El poder corrompe" - esta es una máxima que no he inventado yo, y más de uno pensamos que cuando alguien se convierte en jefe, algo se le tuerce dentro y lo más habitual es que se vuelva... gilipollas, hablemos claro (y, aunque va a ser difícil, que no sé dé nadie por aludido, ¿eh?).

Parece que es esto mismo lo que nos pasa cuando nos convertimos en padres. Y por eso corremos el riesgo de volvernos autoritarios, controladores y poco dialogantes.

Recordando como eran mis padres y como me educaron, y sin el ánimo de sacar falta a esos padres de los 70 que lo hicieron lo mejor que supieron y pudieron, ellos fueron padres autoritarios - aunque intentaban ser dialogantes, todavía no llevaban en su ADN eso de la democracia, como afortunadamente – y gracias a ellos – nosotros sí hemos mamado. Ellos fueron machistas -aunque nos intentaron educar en igualdad, todavía las tareas del hogar recaían en su práctica totalidad sobre la madre - y gestionaron los castigos y el apego como ellos mismos lo habían vivido de sus padres criados en la posguerra, es decir, como pudieron.

Esa sociedad que fabricaba padres imperfectos, era también el origen de jefes controladores, injustos, jerárquicos hasta el extremo, clasistas y machistas, y lo peor de aquella situación no era que existieran ese tipo de jefes, sino que era lo que socialmente estaba establecido y aplaudido.

Pero, al igual que hoy en día hablar de castigo físico a los hijos es casi impensable - y en los 70 era algo habitual y muy recomendable - hablar de jefes intransigentes, que no hacen equipo o insensibles no es lo que está de moda, ahora el perfil de un líder está en torno a alguien “capaz de ganarse la confianza de sus colaboradores, una persona auténtica y genuina, que posea y, al mismo tiempo, sepa transmitir a los demás un claro sentido del propósito; un líder empático y sensible, preocupado por el desarrollo de las capacidades y por el impacto que sus acciones y decisiones tienen en quienes le rodean; un líder que siempre explique el por qué de las cosas, que sea curioso, sepa leer el entorno y anticipar las implicaciones de las novedades que se producen a su alrededor” o al menos eso dice la Harvard Business Review, tal y como recoge Santi García en su blog (uno de mis últimos grandes descubrimientos en la red).

Es decir, que parece que nuestra sociedad valora cada vez más los sentimientos del prójimo, ya sea del empleado o del hijo. La confianza, la empatía y el diálogo son valores que parece que tienen algo que decir en la sociedad del siglo XXI. Y si esos son los jefes que deben liderar nuestro nuevo siglo, así deberemos ser los padres de la nueva era.

Toda esta ida de olla para decir: La crianza con apego es la crianza del siglo XXI, la crianza del respeto y la igualdad.

Los padres “con apego” estamos de moda... ¡yeah!

viernes, 29 de octubre de 2010

Las cosas de mi niño Vol. 1


- Mamá, ¿tu leche tiene chocolate?
- No hijo
- ¿Por qué? -
su primer por qué
- Pues... porque, porque – sobrecogida por la emoción de vivir su primer por qué - porque sale sin chocolate
- Pues... parece

jueves, 14 de octubre de 2010

La generación Cinexin


Quizás algun@s de vosotr@s participasteis en el cuestionario que os propuse hace un tiempo, sobre los recuerdos de nuestra infancia y sobre cómo jugábamos aquella generación que fuimos muy jóvenes para disfrutar de la movida, pero lo bastante mayores para conocer sus consecuencias. Somos los nacidos entre los 70 y los 80 en España, aquellos niños que teníamos que elegir muy bien lo que le pedíamos a los Reyes Magos porque sólo nos traían una cosa, aquellos que disfrutamos de Cinexin o que nunca lo tuvimos, y todavía lo anhelamos.

Pues aquí está el resultado, un informe titulado La Generación Cinexin, donde hemos intentado desglosar cómo éramos y cómo somos, qué pensábamos antes y qué opinamos ahora, cómo jugábamos y cómo queremos que jueguen hoy nuestros hijos...

Presentamos los resultados de este informe en una exposición retrospectiva de Cinexin, que celebramos la semana pasada en Madrid, ¡mirad! ¡mirad!

Para mí ha sido realmente interesante, divertido y emotivo desarrollar este trabajo... lo hemos pasado “guay del paraguay” (¿os suena esta expresión? pues entonces rondáis la treintena).

lunes, 11 de octubre de 2010

Las cosas de Laura Gutman... y las mías


Efectivamente, esto no es un blog de actualidad, ni de primicias informativas... hace ya varias semanas que asistí a la conferencia de Laura Gutman en Madrid, y lo más grave, hace varias semanas que prometí un resumen de lo que contara... y aquí me veis: 15 días más tarde, intentando sacar un hueco para redactar el ansiado reporte.

Pero la maternidad, el trabajo, lo líos y los problemas no entienden de tiempo ni espacio, y en estas semanas mi mente ha estado en otras cosas. Para los más curios@s os diré que algunas de estas cosas que han ocupado parte de mi disco duro se han solucionado, otras van a desaparecer y el resto están en vías de hacerlo o simplemente van a ser eliminadas de mi RAM.

Bueno, pues vamos al tema... A lo largo de la charla de Laura Gutman pasé por casi todos los estados que una persona puede tener al escuchar a otra: empatía, incredulidad, descrédito, oposición, interés, simpatía... Y me ha costado algunos días asimilar mi recorrido por su charla y sacar algunas conclusiones. Como sabéis, iba totalmente entregada a su filosofía y ahora, he de reconocer, que no me gustó tanto como esperaba. Eso no significa que, en su momento, sus lecturas no me hayan ayudado y, sobre todo, confortado, pero puedo decir que mi Gutmania ha pasado a la historia.

Cuando entré en la sala, mis sensaciones fueron cálidas, la estancia estaba llena de madres, algunas con sus hijos ya en los brazos y otras con ellos aún dentro de sus entrañas, había algunos padres y un ambiente bastante acogedor. Laura se paseaba por la sala sonriente, firmando libros, charlando con unos y con otros con una amplia sonrisa en su cara. Cuando se subió al pequeño escenario, fue al grano... casi ninguna de las cosas que contó me sonaron nuevas, pero escuchadas de su boca sonaron diferentes.

Empezó repasando los “personajes” en los que ella afirma que todos nos instalamos... repasó sólo algunos y nos comentó que hay detalle de estas estas personalidades estándar en alguno de sus libros. Así pasó por el maltratador, por la víctima, el enfermizo, el caprichoso...

De esta forma, todos estos personajes parten de una base común: la sensación de desamparo en algún momento de sus vidas, y cada uno de ellos enfrenta este hecho como puede o sabe. Así el maltratador usa su fuerza bruta para que mamá le haga caso cuando pega a un niño, por ejemplo, y cuando se va haciendo mayor sólo sabe actuar así, sólo sabe enfrentar sus miedos de esa forma, y se convertirá en un hombre de negocios sin escrúpulos o en un marido agresivo; La victima parte de esa misma base y sólo obtiene su recompensa siendo la pobre niña que sufre las injusticias de la mano de los demás, y siempre acaba en los brazos de mamá. Ella es buena frente a la maldad de otros y repetirá este esquema de comportamiento a lo largo de su vida, pudiendo convertirse en una víctima potencial del maltrato machista. Y así siguió describiendo personajes como el enfermizo o el caprichoso que usan la enfermedad o las rabietas como modo de llamar la atención.

Todas estas descripciones las adornó con ejemplos, con símiles que amenizaban su discurso, pero a medida que iba avanzando en sus descripciones más simplistas me iban pareciendo. Probablemente, puede ser que las cosas son más sencillas de lo que creemos, y que al final todo se reduce en esto: patrones de comportamiento con los que los psicólogos catalogan a sus pacientes... pero, sinceramente, esto es como descubrir los trucos de un mago: eliminas la emoción, conviertes un arte, una compleja ciencia, en un simple crucigrama.

Y la tarde avanzaba y a mí aquello me empezaba a chirriar cada vez más. Sobre todo cuando se metió en temas peliagudos como las mujeres maltratadas, llegando a decir que que ellas son maltratadas porque al final encuentran su recompensa tras el maltrato, que es destacar, obtener cariño y reconocimiento a través su papel de víctima.

Probablemente y en cierta forma lleve razón, existen perfiles de personas que repiten patrones una y otra vez... pero que yo tenga un pensamiento tan sencillo y simplista, que no cuento con ninguna formación psicológica, es aceptable, pero uno espera que una “gurusa” como lo Gutman en su campo, no reduzca las cosas a esos sencillos conceptos.

Fue entonces cuando le pregunté: “pero todas nosotras tenemos un hijo que ha pegado a otro (haciendo referencia a la personalidad del maltratador) o que ha cogido una rabieta frente a un kiosco de chucherías (por la personalidad caprichosa) o un hijo con alergias (por la personalidad enfermiza – ella llegó a afirmar que no cree que las alergias existan y tácitamente dijo que son manifestaciones psicosomáticas de alguna carencia afectiva... ahí me tocó la moral mucho – ya sabéis que mi niño tiene problemas de alergias-)... ¿eso significa que todas nosotras lo estamos haciendo mal como madres, que todos nuestros hijos tienen carencias afectivas? ¿cuando tenemos que dar la voz de alarma? ¿cuando debemos preocuparnos? Ella me contesto con un sencillo: ¿Por qué esperar a que haya una voz de alarma? ¿Por qué no conocernos mejor para evitar que eso pase?...

Bueno sí, visto así no está mal, pero me empezaba a fastidiar esa visión pesimista en la que parece que todos tenemos un gran problema psicológico que nos impide ejercer la maternidad de manera responsable, y si quieres efectiva, sin transmitir “traumas” a nuestros hijos. Una visión que culpabiliza en extremo a las madres de este mal generalizado que parece residir en todos y cada uno de los individuos de la humanidad.

Para las más amigas de la Gutman, os sugiero que sigáis leyendo, porque a partir de ahí la cosa fue remontando y entró en detalles sobre el concepto de la sombra: aquello que no recordamos, aquello que no se ha mencionado, aquello que nunca se ha verbalizado y que desconocemos de nosotros mismos, que nuestra mente ha eliminado para permitirnos seguir viviendo, ese desamparo que todos hemos sufrido alguna vez y que está en todos nosotros, que nos marca, y que nos lleva a elegir uno de estos papeles para encarar la vida.

Insistió mucho en ese concepto, porque sobre él gira toda su filosofía. Nos invitó a descubrirlo, llegando incluso a afirmar que todos los adultos tenemos la obligación de hacerlo, de conocernos mejor y encajar las piezas de nuestra historia, para así partir del conocimiento para educar a nuestros hijos mejor, desprendiéndonos de ese “personaje” para ser nosotros mismos.

Nos invitó a hacer lo que ella llama nuestra “biografía humana”, en la que un terapeuta analiza lo que no cuentas, lo que no recuerdas de tu infancia, para descubrirlo, sacarlo a la luz y hacer que toda tu historia encaje. En ese momento me plantee incluso hacerlo, o sugerírselo a alguien cercano a quien creo que le podía ayudar.

Aunque toda la charla fue prácticamente un dialogo con el público, salpicando sus palabras con preguntas, la segunda parte de su conferencia fue casi exclusivamente una sesión de preguntas y respuestas. Algunas personas contaron sus positivas experiencias con las consultas a través de Skype con las terapeutas de la consulta de Gutman, otras preguntaron sobre como enfrentar ese momento, después de la biografía personal en el que descubres que gran parte de las decisiones de tu vida no las has tomado tú sino el personaje en el que estabas instalado...

Fue entonces cuando empezamos a descubrir una Laura más persona, menos “conferenciante” y más cercana. Nos confesaba que su vida, como la de todos, también estaba llena de sombra, y que toda esa “sabiduría” que nosotras proyectábamos en ella no era tal y que su vida en ocasiones también había sido un desastre.

En resumen, fue una experiencia agri-dulce, fueron tantas las expectativas, que descubrir las claves, en modo “básico” de la Gutman, me supo a poco... pero sigo afirmando que algunos de sus conceptos son muy aprovechables para comprender lo que pasa cuando eres madre, en ese proceso difícil, y aveces traumático, del puerperio.

Algunas cosas se quedan en el tintero, pero haré un post “reloaded” en breve... o no.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Fantasías maternales animadas - Vol. 1


Podríamos decir que mi vida real corre paralela a la fantasía. Podríamos afirmar que vivo más de una vida gracias a mi facilidad de tener varias “ventanas de Windows” abiertas en mi cerebro.

En mis fantasías animadas maternales de ayer y de hoy, imagino que las mamás del parque son mis amigas de la red. Esas que me leen y a las que leo, con las que comparto opiniones y experiencias y, en algún que otro caso, un sentimiento de amistad en la distancia.

Y escucho como hablan con sus hijos y los llaman por sus nombres y empiezo a atar cabos, y me convenzo de que esa morena de ojos grandes es mamá (contra) corriente, y luego pienso: no, ese niño es muy mayor para ser el suyo; o que aquella otra mamá de pelo rizado es Ileana de tenemos tetas, para luego discurrir: no, si ella vive en Canarias...

Con las mamás blogueras me pasa como con los cibernovios – o como me pasaría con los cibernovios, si alguna vez hubiese tenido uno – que me da miedo conocerlas por el temor de que lo que nos unió en la red lo separe la proximidad física.

Y así paso las mañanas de sábados entre toboganes, palas, y cubitos y madres imaginarias... amigas en la distancia.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Decálogo para las visitas post-parto


Las normas sociales siempre me han parecido una estupidez y, muchas veces, una forma de entorpecer la vida.

Cuando nace tu primer hijo, las normas sociales te hacen pasar por la tortura (sí, no exagero es una verdadera tortura...) de las visitas tras el parto, en el hospital, en casa... Si analizáramos el porqué de esas visitas, si fuésemos a la esencia, seguramente las cosas serían muy diferentes.

Entendamos que estas visitas las hacen tus seres queridos, aquellas personas que quieren compartir contigo la alegría de haber tenido un hijo. Es gente que se preocupa por ti, y por tu bienestar y que, incluso, te hace un regalo como muestra de su felicidad.

Si todo esto es así, ¿cómo puede ser que te hagan pasar por ese trance? Tras tener un hijo, estás cansada, dolorida, con los pelos tiesos y las hormonas más que revolucionadas. Acaba de llegar a tu vida un ser que pide todo de ti, al que todavía no entiendes bien y con el que estás deseando compartir sus primeros mometos en paz y recogimiento. Tu pareja y tú estáis casi en estado de shock y no tenéis tiempo para poner orden en vuestra vida ni vuestras mentes, porque tenéis que estar preocupados de que en la nevera haya cervezas fresquitas para las visitas.

Sinceramente, yo, de entrada, prohibiría las visitas en el hospital, esos días podrían ser claves para recuperar fuerzas, para calmarte y empezar a sentir a tu hijo, a entenderlo, a acoplarlo en la familia... no para estar repitiendo lo que ha pesado tu niño y para sonreir por más que quisieras mandar al mismísimo carajo a las tías de la madre de la vecina de tu suegra...¡argggggg!

Si yo hubiese sabido cómo me iba a sentir, si hubiese sabido como iban a transcurrir los primeros días de mi niño, las cosas habrían sido bien distintas, y habría impuesto férreas normas sobre el tema. ¡Buah! ¡Menuda soy yo!

Por eso, ahora, después de dos años de aquello, me atrevo a escribir unas normas básicas que, en mi opinión, deberíamos seguir todos a la hora de hacer una visita a unos papás recientes. No son universales, seguro que no serán todas las precisas, ni las mismas para todas las familias, pero son las mías y quizás alguien se dé por aludido, y se plantee cómo y cuándo hacer este tipo de visitas - si consigo aliviar a una sola mamá de ese trance... me doy por satisfecha.

Estás son las mías:


  1. De entrada, NUNCA visitar en el hospital - es un momento íntimo, la mamá necesita recuperarse, descansar, acoplarse a su hijo, y el niño necesita tranquilidad, no ir de brazo en brazo como un muñequito.

  2. Siempre llamar antes de hacer la visita - y si los papás sugieren (o dejan caer tímidamente) que no es un buen momento, es imperativo respetarlo - y no molestarse, claro!

  3. Las opiniones sobre el niño, su estado, si tiene hambre, si tiene pis, si está delgado o si tiene sueño... para el ascensor, para el momento cotilleo tras la visita -GRACIAS - No hay nada más agobiante que los miles de consejos y opiniones que tiene que oír una madre primeriza.

  4. Evitar coger al bebé... la estampa de mi niño de mano en mano, escuchando los gritos de unos y otros: ¡Qué guapo! ¡qué carita tiene!... me pone los pelos de punta...

  5. Intentar no ir perfumado "de domingo"... con las hormonas a mil, los olores fuertes son lo peor.

  6. Las visitas cortitas, mejor que mejor... ya habrá tiempo de disfrutar del niño.

  7. Como sugerencia, se puede proponer a los papás salir de casa, verse en algún lugar cercano a su domicilio, para que les de el aire (seguro que no han salido mucho esos días) y así evitamos tener la casa como una patena para recibir a los invitados.

  8. Si la nueva familia se recluye en casa y no quiere ver a nadie, entendedlo y respetadlo, la adaptación es dificil y cada uno lo toma como puede.

  9. Usemos la empatía y el sentido común, por dios, nada de visitas a horas intempestivas para un niño, que es a partir de las 7:30, cuando se empieza con el ritual del baño, la teta y a dormir.

  10. Por favor, respeto y comprensión...

Seguro que me dejo muchas en el tintero y seguro que cada familia puede crear las suyas propias... pero así me hubiese gustado que fuesen mis visitas... unas lo fueron y otras no... ¡¡¡qué se apliquen las que no!!! - aún sigo enfadada, ¿se nota?

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Relación con bloggers reloaded



Hoy seré el mini yo del doctor maligno y os voy a pedir un ejercicio de espionaje industrial (JA, JA, JA… risa de mala de la película) que me van a ayudar a completar mis conocimientos sobre cómo la comunidad de madres blogueras queremos ser tratadas.


Por ello, hoy no hablaremos de maternidad, ni de niños… hablaremos sobre bloggers y empresas. Sé que muchas de vosotras, además de madres y ávidas ciber-lectoras, sois blogueras y, por ello, me permito reproducir un texto que he escrito para el blog de la empresa donde trabajo, en el que reflexiono sobre la relación entre compañías (y agencias de comunicación) y bloguers.

En el texto, como gurusa 2.0 (ja, ja, ja...) doy unas claves, basadas en la propia experiencia, de cómo cimentar la relación con esa rara especie que son los bloggers. Por ello, me gustaría completar estas recomendaciones con las vuestras, con las historias que vosotros hayáis vivido, con lo más divertido que os han sugerido y lo más estúpido…

Pues ahí va el texto y os invito a que me contéis cosas, anécdotas, impresiones, sugerencias…
¡Gracias!

Si encontraras en la red un manual para ligar en 10 pasos, y estuvieras interesado ello, puede que lo leyeras con atención pero, aunque captaras las líneas maestras del arte de la seducción, es probable que tu conclusión final fuese: “sí, vale, pero depende de con quién queramos ligar”.

Pues esta podría ser la analogía perfecta a la hora de analizar cómo debemos enfrentar el blogmarketing desde empresas o agencias de relaciones públicas. De esta forma, es conveniente acatar ciertas normas básicas a la hora de relacionarnos con bloggers, como las recogidas en el interesante manual de buenas prácticas de Eva Sanagustín, pero debemos además entender una primera y básica premisa:


Los bloggers son personas únicas y diferentes, a las que les gusta ser tratadas como tales, que han decidido escribir en su propio reino, que es su blog, sobre una temática que les apasiona y de la que son expertos.

Por ello, debemos dar un paso más allá en las normas del sentido común y la cortesía y empezar a poner en práctica otros niveles de relación, más sutiles que el conocer el blog antes de dirigirte a él, ofrecerle actividades que se ajusten a sus intereses, no comprometer su independencia, o no hacerles spam de notas de prensa.
Esta es nuestra propuesta*:

- Conocer el blog más allá de su temática, tenemos que conocer su filosofía - y comprobar que el producto o servicio del que le vamos a hacer partícipe está dentro de su línea de pensamiento. De esta forma, no es suficiente con saber que un blog trata temas de maternidad para mandarle información sobre un producto infantil, debemos comprobar que ese producto no interfiere en su postura sobre la crianza, es decir, es contraproducente mandar información sobre un biberón a un blog sobre lactancia materna y natural.

- Ofrecer iniciativas que puedan ser interesantes para el blogger y sus lectores – no sólo que sean de interés para la marca. A veces, no es suficiente con ofrecer al blogger productos de muestra para probar, sobre todo si se tratan de productos de bajo valor económico. Es decir, no vale con ofrecerle a blogger unas cajas de complementos alimenticios para probar durante unos meses, para que luego cuente su experiencia en su blog. Esa acción, que puede ser muy interesante para la marca en cuestión, no tiene valor para el blogger, ya que a sus ojos le estamos pidiendo que haga de conejillo de indias gratis y que encima lo cuente a sus lectores.

- Dirigirte al blogger con conocimientos específicos sobre el producto o servicio que le vas a dar a conocer, más allá de las especificaciones técnicas o la nota de prensa. El blogger es un apasionado de la temática sobre la que escribe, la suele conocer en profundidad y seguramente irá más allá del mero producto o servicio, querrá que se le contextualice la información o que aportemos datos adicionales. La persona que dialogue con el blogger debe conocer el sector y tener respuestas cuando sea necesario.

*Todos estos ejemplos están basados en experiencias reales vividas como blogger de maternidad a través del blog http://ahoralamadresoyyo.blogspot.com/:

Estas podrían ser algunas de las normas que marcasen la relación con bloggers, en una segunda etapa algo más madura en la gestión corporativa de los medios los medios sociales en nuestro país, es decir, unas normas de “buenas prácticas para la relación con bloggers reloaded”, para estos tiempos que vivimos en los que empezamos a migrar de la web 2.0 a la 2.1.

domingo, 8 de agosto de 2010

Micro reflexiones veraniegas Vol.3


Reconozco que no me pasa en todas las facetas de mi vida, pero creo que estoy siendo capaz de afrontar la maternidad en el tono más positivo y alegre posible. Intento encarar todas las circunstancias con templanza, sobre todo, entendiendo los comportamientos de mi niño.

Esto me está ayudando a no enfadarme demasiado con él, y a no hacer de la maternidad un eterno estado de enojo, como he observado que les pasa a muchas madres y padres, que no dan un respiro a sus hijos entre regañina y regañina, salpicado con algún reproche – Apunte: con esto no digo que sea perfecta, ni la mejor madre del mundo, pero creo que es “un truco”, llamémoslo así, para vivir la maternidad de una manera más feliz.

A llegar a este punto, me ha ayudado mucho el concepto explicado magistralmente por el doctor Carlos González en sus libros, que habla de que el niño no hace las cosas para probarte o retarte, sino que las hace por necesidad, con el único fin de cubrir algunas de sus necesidades.

De este modo, veo a mi niño de otra forma, y entiendo sus llantos, sus rabietas e incluso sus malas formas en algunas ocasiones -estamos en plena etapa de inicio de "los terribles 2", no os digo más... Esto no significa que consienta el mal comportamiento (como a veces algunos interpretan a la hora de hablar de crianza natural) pero sí me ayuda a no salirme de mis casillas y a entender qué está pasando por su cabeza.

Gracias a esto he sido capaz, y me siento orgullosa de decirlo – sobre todo teniendo en cuenta el carácter tan explosivo, y a veces malhumorado, que me gasto (preguntadle a mi novio)- de no haber perdido nunca los nervios – bueno, dejémoslo en no haber perdido “demasiado” los nervios – con mi niño.

viernes, 6 de agosto de 2010

Encuesta sobre tu infancia...


Voy a dejar las Micro reflexiones veraniegas a un lado, para pediros un favor... ¿Os apetece recordar vuestra infancia? ¿Vuestros juguetes más queridos? Si es así, me haríais un gran favor completando esta encuesta. ¡Será breve e indoloro!

Pichad aquí

¡Muchas gracias!

miércoles, 4 de agosto de 2010

Micro reflexiones veraniegas Vol.2


La adhesión de nuestros hijos por algunas marcas es mágica. En concreto mi niño venera a Dora Exploradora, a todos los personajes de La Casa de Mickey Mouse y a Epi y Blas, entre otros.

Confieso que cuando me pongo consumista soy la más, y quizás mi niño ha heredado de su madre esa faceta entregada al capitalismo, pero sinceramente no sé de donde saca tanto amor para estos personajes. En concreto adora a Goofy y lleva su muñeco en peregrinación a cualquier sitio donde vamos. Que le guste Goofy dice mucho de él ya que, como veis, no se decanta por el protagonismo de Mickey, sino que opta por un secundario, casi siempre perdedor. Este hecho lo convierte en el Atlético que es por vía paterna y en el defensor de causas perdidas que es, por rama materna.

Pues siguiendo con las reflexiones veraniegas yo invito a estas marcas a que amplíen su negocio, ya grueso con líneas de ropa, comida, juguetes o enseres escolares… y que lancen al mercado productos para los adultos del mañana, que seguirán con devoción sus marcas de por vida.

¿Qué tal cigarrillos “Bugs Bonny”? ¿o whisky “El pato Donald”? ¿o, incluso, preservativos “el Monstruo de las Galletas” – para tus noches más locas?

lunes, 2 de agosto de 2010

Micro reflexiones veraniegas Vol.1


Hoy inauguro una nueva y efímera sección en mi blog llamada “micro reflexiones veraniegas”. Será un experimento para observar algunas tendencias sobre el comportamiento de la audiencia de mi blog (sí, empezad a sentiros ratillas de laboratorio) y para dar salida a algunas ideas que no sirven para desarrollar un post completo, pero que pueden resultar buenas para una micro-reflexión estúpida, como las que voy a hacer en estos días.

Pues eso, ahí va la primera:

Paseando por cualquier playa o piscina, puedo distinguir perfectamente las barriguillas que han sido mamás. Son esas tripillas ligeramente descolgadas (salvo afortunadas excepciones) que lucen muchas mujeres. Si no viviéramos en una sociedad tan sumamente estúpida, estas barrigas serían veneradas y deberían estar de plena actualidad. Son barrigas que han engendrado vida, son barrigas que han acunado durante meses a un ser vivo, que va a ser el centro de la vida de esa mujer en adelante.

Estas barrigas deberían ser un “must” de última moda, para cualquier mujer que desee ser madre, y deberían ser anheladas por ellas como el símbolo externo de haber sido MADRE.

¡Vivan las barriguillas descolgadas y esas afortunadas mujeres que las lucen!

martes, 20 de julio de 2010

Un mar con traducción simultanea…


Soy de mar y entiendo de mareas y de vientos. Llevo el yodo, la sal y los rizos de las olas en mi ADN, pero este fin de semana he disfrutado de unas playas en las que he necesitado traducción simultánea.

Son playas verdes, salvajes, cristalinas. Son playas que aparecen y desaparecen, en las que el aire corre fresco, donde los niños lucen bañadores a juego con sus gorritos y pequeños neoprenos para sus pequeñas tablas de surf. Las señoras pasean por sus grandes orillas peinadas de peluquería, con sus elegantes pareos… Las toallas son de rizos más mullidos y los señores, muy orondos, te ceden el paso con amables sonrisas.

Las playas de mi tierra son más bulliciosas, huelen a espetos de sardinas y a mar concentrado. Son luminosas, de arena negra, llenas de abuelas gordas, de señores muy delgados de un moreno plomizo y niños gritones y ‘coloraos’. Los vecinos de chambao compiten por el espacio y, hasta no hace tanto, su banda sonora eran las ollas express anunciando que el potaje estaba listo.


Los días de playa que yo recuerdo, son de sandía en la orilla, de calor espeso y de niños cogiendo coquinas. Son días de croquetas frías y de tortillas de papas, de helado por la tarde y de champú en la ducha… son de llegar reventao’ a casa, ardiente por el sol y con los labios quemados.

Hay otras playas y son diferentes pero yo, como dice niño, me quedo con la playa de la abu Lola, las playas de mi infancia y espero, que las playas de la infancia de mi niño, donde la arena quema y se toma el sol mirando al mar.

martes, 13 de julio de 2010

Desafio eBay


Hoy a las 23:59 acaba el desafío que eBay ha planteado a 5 madres blogueras, entre ellas yo. 300 €, 2 semanas y una plataforma de comercio electrónico para comprar lo que quiera en cualquier parte del mundo.

Y no he perdido el tiempo: 1 vestido, 1 pulsera, 2 colgantes y unos maravillosos zapatos han sido los caprichos que me he dado y que me han hecho muy feliz (el consumismo tiene esos efectos sobre mí).

Además, he encontrado madres blogueras (muy guerreras), que se han tomado el desafío muy en serio y han hecho unas campañas, dignas del mismisimo Obama, para captar votos entre los internautas, y ¡menudas son! Me han dado un baño más que interesante y he quedado la última en la votación popular. Mañana el jurado tiene la última palabra para designar a la ganadora de 500 €, pero estoy segura de que no seré merecedora de ellos.

Aunque al princpio me piqué bastante e intenté estar a la altura, a medida que iba viendo la evolución de las votaciones, entendí que no había nada que hacer. Y me conformé con mis 300 € y muchas cosas que comprar.

Pues eso ha sido todo, una experiencia interesante, y algo estesante, que he tenido la oportunidad de vivir gracias a eBay.

lunes, 5 de julio de 2010

Arggggggg!

Bueno, pues como veis me acabo de cargar mi blog... he perdido mis seguidores, mis gadgets... y no sé como recuperarlos... ¡¡¡estoy que trino!!!!

Ay, con las nuevas plantillitas de Blogger... Argggggggggggg!

miércoles, 30 de junio de 2010

Por fin os desvelo un secreto…

Pues a partir de ahora, mi cara, mi nombre y hasta mi casa ya no serán un secreto para nadie. Esto es el precio de abrir mi vida al 2.0 y aceptar el reto de eBay. Mirad, mirad… Esto tiene algo de exhibicionista, ¿verdad?

La cosa suena divertida, os cuento. Hoy empieza un concurso en el que participamos 5 madres blogueras. eBay nos ofrece 300 € para gastar como queramos y un jurado elegirá la mamá que mejor gaste su presupuesto y le otorgará un premio de 500 €. Además, podréis votarnos a través de su perfil de Facebook de eBay, el Busca Chollos, y espero que el jurado lo tenga en cuenta… porque pienso arrasar…ja, ja, ja… (cuento con vosotras, chicas :-)

Además, cada una de nosotras podemos elegir a un usuario que nos haya ayudado a encontrar lo que queremos y le regalaremos 100 €.

Me gusta la idea de participar en esta acción, porque me dedico a la comunicación y al 2.0 y es una excelente manera de ver como otras empresas desarrollan este tipo de campañas. Además, 300 euritos para caprichos espero que den para mucho.

Pues este era el secreto que os adelantaba hace unos días… ya me contaréis que os parece.

Besos a tod@s

lunes, 28 de junio de 2010

Dame un cronómetro y un desmaquillante… y moveré el mundo


Clavando su mirada marrón aterciopelada, a través de sus ojos perfectamente maquillados en tonos tierra, me espetó a la cara, casi con ira: ¿¿¿Pero no te desmaquillas??? – En mi mente se agolpaban las excusas, no sabía como salir del aprieto, mi vida frente al espejo pasaba ante mí a modo de flashback cinematográfico, y al final, bajo tantísima presión, sólo acerté a susurrar: Es que no me da la vida.

Si echamos cuentas, y atendemos a todos los consejos de revistas, salones de belleza, amigas y blogs de salud y moda, los números no cuadran. Cuando yo estudiaba el día tenía 24 horas, y si la cosa sigue igual, el día no me da para todas las cosas que las mujeres, madres y trabajadoras debemos hacer.

Vamos a por los grandes números. Sólo en dormir las 8 horas que nos permitirán tener un magnífico cutis, y en trabajar otras 8, sin echar ni una horita extra, ya se nos va más de la mitad del día.

Para atender a la familia, que menos que 2 horas para los hijos y media hora de charla para cultivar la pareja, la fórmula mágica para mantener viva la llama del amor.

En estar al día y leer blogs, gestionar tus redes sociales, leer la prensa y ver la tele (un telediario por supuesto, y algún documental de La2, claro) pongamos que invertimos unos 100 minutos al día. Luego, por supuesto, para terminar de cultivar el espíritu, el alma y la imaginación, nuestra hora de lectura.

Otro capítulo es la salud y la estética, y como no, ahí tenemos nuestra hora sagrada de gimnasio, los 10 minutos irremplazables de nuestra mascarilla de pelo, más maquillaje, pedicura, manicura y peluquería, haciendo una media del tiempo semanal invertido en estas tareas añadamos otros 100 minutos a nuestra contabilidad horaria. Sumemos también el tiempo que necesitamos para beber los famosos 2 litros de agua, gracias a los cuales modelos y presentadoras lucen una figura envidiable, estimo que como mínimo 15 minutos para engullir todo ese líquido elemento. Y qué menos que una ducha al día y algo de tiempo de aseo que nos puede llevar más o menos media hora.

Y para ser una mujer completa y equilibrada, necesitamos 20 minutos al día para nosotras mismas, para contemplar el mundo desde una perspectiva zen. No olvidemos a los amigos y familiares, y qué mínimo que dedicarles 25 minutos al día de nuestro tiempo.

Pasemos ya a las tareas más prosaicas, donde aglutinamos las labores domésticas, comer, ir de compras, ir al baño y otras cuestiones del tránsito intestinal, y por supuesto desmaquillarse, como no. Pongamos una media al día de algo más de 3 horas.

En resumen, dame un día de 30 horas, un cronómetro y un desmaquillante… y moveré el mundo.

Epilogo

Días de 30 horas, madre, mujer, trabajadora, bloguera y con el 2.0 corriendo por la sangre… quizás eso ha sido lo que ha visto eBay en mí y otras 4 mamás blogueras. Nos han invitado a participar en un divertido concurso a través del que podremos, por una vez, gastar a nuestro antojo. Además, nosotras haremos un regalo a quien nos ayude a gastar más y mejor.

Os podré dar más detalles muy pronto
y, por una vez, no os dejaré en ascuas como siempre.

¡Estad atentas! :-)

martes, 22 de junio de 2010

Un domingo cualquiera…

Me toca a mí, ya me levanto… voy al baño ¿me peso? Mierda, estoy igual de gorda. Intento alisarme el flequillo, pero con mi niño correteando entre las piernas es misión imposible, pues me lo dejo tieso, total…

Y ya en el parque, después de 10 minutos empujando el columpio, arranco a mi hijo pataleando de ese artefacto del demonio, para que otro niño pueda subirse, y sólo acierto a decir: – si normalmente no llora, si él sabe que tiene que compartir… ¿qué otra cosa podría decir a una mamá impaciente?

Menos mal que pronto llega papá, y nos vamos a la piscina de unos amigos… charla, risas, barbacoa, cotilleos… y os ahorro lo de pon-pañal-quita-pañal, pon-crema-solar, hijo-no-te-quites-la-gorra-que-hace-mucho-sol… y esos detalles que ya os sabéis.

- ¡Cuidado papi con el niño y la piscina!...

Unas patatas y 4 aceitunas más tarde

- Entonces, ¿qué pasó?... ay, ay, ay… voy a por el niño que se va a caer a la piscina…

1 chorizo, 3 pinchitos y dos trocitos de tarta más tarde

- Qué rápido ha pasado el día, esto lo tenemos que repetir, ¿eh?… - y entonces, me tiro al agua, con camiseta, pantalón y zapatos, para rescatar a mi niño que se ha caído a la piscina.

Llegamos a casa, con ropa prestada. Deambulo por las habitaciones recogiendo cosas y me acuerdo del trabajo y pongo cara de perro (ehhhhhhhhhhh… un saludo para mis jefes y clientes – con un gesto muy teatral, a modo de dedicatoria, golpeo 3 veces mi pecho con rápidos toquecitos y alzo mi brazo al cielo apuntando al infinito con mi dedo índice).

Mi niño cena con papi (salchichas con ketchup –tiene que comer más fruta) y en uno de mis viajes de autómata oigo un alegre: ¡Hola mami…! me lo como, me lo como a besos, a abrazos, y noto su cuerpecillo entre mis brazos que se retuerce de risa, me babea en un intento de beso y se agarra a mi con sus diminutas manillas (vaya, se me ha olvidado cortarle las uñas – mañana sin falta).

Este es un domingo cualquiera, de una madre cualquiera. Y por todo esto, mis amigas y yo hemos decidido que los regalos por los hijos que ya están en camino, no serán para los bebés, sino para las mamás, porque estos domingos cualquiera merecen un homenaje a nosotras: las madres.

martes, 1 de junio de 2010

El estado de la blogsfera maternal

Tengo el síndrome de la empollona, y no me gusta dejar las cosas a medias, sin respuesta o inacabadas. Por eso no olvido que hace meses os prometí algunas conclusiones sobre los blogs de maternidad que más gustan entre las mamás blogueras.


Pues aquí tenéis el ranking que, como os imaginaréis, lo encabeza “Diario de una mamá pediatra”, porque compendia información de interés sobre salud infantil e historias personales escritas desde el corazón. Como análisis de comunicación (gratuito Amalia, ¡no te preocupes!), debo decir que además de los buenos contenidos, su autora es muy constante y escribe con mucha asiduidad, lo que posiciona estupendamente el blog y le otorga el título de bloguera, con mayúsculas. Además, el excelente nombre que ha elegido para su bitácora (aunque lamentablemente no tiene el dominio) también le da un excelente puesto en las búsquedas de Google.

Luego le sigue “Me crecen los enanos”, que bajo el paraguas de los blogs de 20 minutos y gracias a sus buenos contenidos, es un referente. Tras este importante blog nos encontramos “Una mamá (contra) corriente”, que pega fuerte por su humor y desenfado y “Me gusta ser mamá", que arrasa por su sencillez y calidez.


Mención especial a los papás blogueros, que aportan su granito de arena en este mundo de la maternidad/paternidad: “El Mundo de Armandilio”, y para mí uno de los grandes descubrimientos de la temporada, el muy trabajado e interesante blog “Las historias de papá lobo”.


Y ahora un comentario un tanto críptico (lo siento pero no puedo contar mucho más), aquello de los que os hablaba relacionado con la maternidad y la comunicación, finalmente no salió, pero ahora estoy embarcada en otra cosa, muy ilusionante, que si sale, sé que os va a encantar (cruzad los dedos chicas, porque sería precioso desarrollar ese proyecto).


Y pagando otra deuda pendiente, una cita para la Dra. Jomeini, a la que nunca más volveré a llamar de usted J, por un premio que me dio hace tiempo “Premio Blog Genuino” - ahí va la cita: “Bendita la rama que al árbol sale”, me gusta más que por su significado, por quien la dice, que es mi madre. Es una frase muy suya, que suena muy bien cuando ella la pronuncia. Doctora, no elegiré blogs, porque con este repaso que he dado a la blogsfera maternal creo que es suficiente, ¿verdad?


Pues aquí seguimos, con algunas novedades, algunas decepciones, algunos problemillas, muchas alegrías y demasiadas cosas en la cabeza... ya os contaré.


Besos y abrazos

miércoles, 28 de abril de 2010

Feminismo ingenuo

En estos días han llegado a mis manos varios textos que hablan sobre ser madre, profesional, pareja, superwoman... Desarrollan sus teorías sobre preceptos que, en principio, comparto, como huir de los sentimientos de culpa, el reparto igualitarío de las tareas del hogar o los derechos de las mujeres a ser profesionales de éxito y madres.
Estas ideas puede inscribirse dentro de movimientos feministas, que respeto y admiro profundamente, pero pienso que las mujeres de hoy caemos en reflexiones poco profundas y bastante ingenuas sobre la maternidad y la mujer, en toda su dimensión.
Casi todas estas reflexiones sobre ser mujer y madre acaban dándonos consejos como reservar un tiempo para tí, compartir momentos con tu pareja o intentar volver a tu vida normal cuanto antes, es decir, a tu vida como era antes del momento "h" (de hijo). Sinceramente me pregunto ¿qué pensaban estas mujeres que escriben estos libros, artículos en revistas o posts en blogs que era la maternidad? ¿creián que después del embarazo el niño iba a desaparecer?, ¿pensaban quizás que el niño iba a recoger su cuarto con 6 meses, prepararse la cena con 2 años y poner la lavadora con 4? ¿creían tal vez que cuando eres madres tus días tienen 27 horas?
Pensar que después de tener un hijo algo volverá a ser como era antes me parece ingenuo, porque tu vida cambia sin duda y, aunque ahora vaya a caer en varios tópicos, me atrevo a decir que tus valores, tus prioridades e inclusos tus deseos y necesidades ya no volverána a ser los mismos porque, en tu vida, hay otra persona que te necesita más que nadie en el mundo, que depende de ti, que te reclama y a la que tú quieres más que a nada.
Tu vida no puede ser como era antes ni aunque quieras... porque ya no eres tú, eres mamá y tu hijo te acompaña a donde quiera que vayas, auque no esté físicamente contigo. Creer lo contrario es un abismo hacia la frustración.
Como dice mi jefe, yo primero soy madre, y luego todo lo demás. Y la verdad es que tiene razón, pero he elegido serlo y no renuncio a nada, sino que elijo ser profesional, pero no trabajar 24/7, elijo dejar a mi hijo en una guardería porque para mi es la mejor elección, elijo seguir dándole el pecho porque a los dos nos hace felices. En resumen, que hablar de "renuncias" en cuanto a la maternidad también me parece ingenuo y simplista, porque cuando eres madres elijes serlo y pensar que tu vida seguirá siendo como lo era antes de la barriga es simplemente poco inteligente (por no decir estúpido, que suena muy mal).
Es verdad, que yo he tenido suerte (al saber le llaman suerte, que dice mi padre), y soy una profesional que disfruta de su trabajo, que puedo combinar medianamente bien mi profesión con mi visión de la maternidad y que no estoy ahogada económicamente, por lo que puedo disponer de una gran ayuda, como es para mi la guardería a la que va mi hijo, que es excelente.
Estas circunstancias me hacen hablar desde el privilegio de poder elegir ser lo que soy y como soy pero me gusta pensar que ejerzo una maternidad consciente y decidida y que no renuncio sino que elijo.

domingo, 4 de abril de 2010

Yo también creo que mi hijo es superdotado

Pues parafraseando los célebres grupos de Facebook, va a ser que yo también creo que mi hijo es superdotado. Permitidme que presuma: a sus tiernos 19 meses, sabe contar hasta 11 - eso que nosotros sepamos, porque nos sorprende con un numerito más cada vez que lo hace – y hasta 10 en inglés, sabe los colores y, por supuesto, también domina todo el espectro cromático en la lengua de Shakespeare, tiene un amplio vocabulario y utiliza numerosos palabras, calculo que más de 60…

A estas alturas, estaréis pesando: “vaya tía estupenda… será chula…” pues sí, el primer paso en estas cosa es reconocerlas, ¿no? Pues allá vamos: “Me llaman mamá y yo también soy una de esas odiosas madres que presume de hijo a la mínima ocasión que se le presenta”.

A partir de ahora comienza mi rehabilitación, pero antes dejadme que añada algo: las pequeñas dimensiones de m niño cuentan esta vez a nuestro favor, ya que hacen más escandalosas sus cualidades intelectuales y, como parece más pequeño de lo que es, están tan espabilado y habla tanto, más de una madre ha venido alarmada a preguntarme en el parque: “pero ¿cuántos meses tiene este niño superdotado?" - bueno... la última palabra no la pronuncian, pero sé que está en sus mentes.

Bueno, ya en serio, reconozco que de vez en cuando sí que pienso que mi niño es muy listo, más que la media, me regodeo en cada uno de sus avances y disfruto muchísimo con cada cosa nueva que aprende. Incluso, en ocasiones, me descubro fantaseando con mi niño siendo un prestigioso escritor, un célebre director de cine… cualquier profesión prestigiosa de letras, porque si de algo estamos seguros es que será de letras, de ciencias imposible porque tanto su padre como yo somos negados para el pensamiento matemático… vale, vale… ya vuelvo a las andadas, así no me rehabilito nunca, ¿verdad?

lunes, 15 de marzo de 2010

¿Cuáles son tus 3 blogs de maternidad favoritos?

Hoy me gustaría que fueseis vosotras las que me contarais cosas a mí... (Esto del género femenino es la costumbre de hablar con mamás, pero si hay algún papá lector, está invitado también a contar lo que quiera ¡por supuesto!)

Como alguna vez os he mencionado, me dedico a la comunicación y las relaciones públicas (por pasión y vocación) y estoy teniendo la suerte de poder vincular, de alguna manera, mi profesión con otro tema que me apasiona: la maternidad.

Este blog, que nació de forma espontánea y con el único interés de compartir los pensamientos que se cruzaban por mi cabeza mientras me sacaba la leche en el baño de mi oficina, me puede ayudar a darle forma a este deseo, y para ello, necesitaría vuestra colaboración.

Lo único que necesitaría es que me indiquéis cuales son para vosotras los 3 blogs de referencia sobre maternidad. Esos blogs que siempre leéis, que os gustan especialmente, donde encontráis información interesante... Además, si tenéis tiempo y ganas, y me contáis que es lo que os gustan de estas bitácoras maternales… pues ya me hacéis una reina.

Yo os cuento cuales son los míos…

Tenemos tetas - http://www.tenemostetas.com/ - Ileana, su autora, me parece inteligente, locuaz, culta, reflexiva… me encanta y ella lo sabe :-). Alguna vez propuse hacerle un club de fans y no lo olvido…

Diario de una mamá pediatra - http://dra-amalia-arce.blogspot.com/ - este blog es sumamente interesante porque combina las reflexiones de una pediatra, mujer, madre, hermana, amiga… me gusta. Además, ha crecido como la espuma y se lo merece. ¡Me encanta Amalia! Gracias por la información que aportas y por todo lo que nos cuentas y aconsejas.

Me crecen los enanoshttp://blogs.20minutos.es/madrereciente - Este fue el primer blog sobre maternidad al que me hice asidua, me gustaba por su sencillez y por la información interesante que aportaba, pero se convirtió en toda una revelación para mí cuando su autora, Melisa, compartió con todos nosotros que tiene un hijo con necesidades especiales, que están haciendo todo lo posible por ayudarlo, y de cuando en cuando, nos da pinceladas de cómo lo hace, como evoluciona… me encanta, es como de la familia, y la leo sin faltar un día para saber de ella y de su vida.


A estos 3 blogs les tengo un cariño especial, he de reconocerlo, pero además de éstos hay muchos otros que también me encantan y que leo vorazmente: cuatro en la cama, bebés y más, papá conejo mamá piojo, mi vida con hijos, la mamá de mateo, Atraviesa en espejo, blog de la teta… ufff… nombraría tantos..

Pues lo dicho, si me ayudáis con este tema os lo agradecería mucho.

Muchos besos

Mamá - Begoña

domingo, 21 de febrero de 2010

Historia de nuestra lactancia

Mi niño se enganchó a mi teta de una forma muy natural, sin problemas, en silencio. Nos lo había dejado una enfermera en la habitación, tras una frase enigmática para nosotros: “a las 8 le toca la toma”. Pasaban los minutos y allí estábamos, mirando a nuestro niño, atónitos, sin movernos, casi sin respirar. No teníamos ni idea de qué hacer, ni como, y nos asomábamos a la cuna como si observáramos a un animalito salvaje…

Cuando dieron las ocho, me dice mi novio: Dale la teta, ¿no? – Y yo aluciné, normalmente la lanzada soy yo y él es el cauto, el prudente hasta el extremo. Yo le contesté: pero vamos a esperar a que venga la enfermera para que nos diga como, ¿no? Y él me contestó con una mirada como diciendo: anda ya, no seas tonta si eso tiene que ser fácil.

Pues nada, lo cogí como pude, me lo acerqué al pecho y listo. Fácil, sencillo, limpio y cómodo…

Y hoy en día, soy una madre orgullosa, que se saca la teta, casi desafiante, esté donde esté. A veces, casi me encantaría que alguien me dijera algo por estar dándole de mamar a mi niño de 18 meses en un sitio público. Tengo las respuestas preparadas, adecuadas para el tipo de insensato o insensata que se atreva a hacerlo. He creado respuestas para viejos, para jóvenes e incluso para personal de seguridad, esta última es la que más me gusta y la voy a compartir con vosotros, es un simple: ¡desalójenme! Menudo espectáculo iba a ser eso: yo con la teta al aire, el niño recolgado, mi novio soltando manporrazos al aire y el segurata arrastrándonos a los tres hacia la puerta. Ya tendría excusa para iniciar una cruzada… pobrecitos.

Pero sinceramente, nunca nadie me ha dicho nada, ni siquiera he sentido que me miraran mal. De hecho, en mi tierra (Málaga), más de una vez se me han acercado – siempre señoras mayores – para decirme: ¡Qué bonito! ¡Qué bien! ¡Eso es lo más bueno que le puedes dar!.

Precisamente hoy, se ha escrito uno de los capítulos de la historia de nuestra lactancia. Un capítulo que no he escrito yo, sino mi niño, lo que me ha reforzado y reafirmado en el orgullo y el placer que está siendo para mí darle la teta a mi niño hasta hoy -ese “hasta hoy” lo podéis leer como un “alterado ¿hasta-hoy?-¡pero-si-tiene-18-meses!” o un “sonriente hasta-hoy-y-por-mucho-tiempo” según vuestras convicciones sobre la maternidad.

El caso es que con este maldito tiempo, no hemos tenido más remedio que irnos a un centro comercial a pasar el día. Allí, con la merienda a medias, mi hijo jugaba en un espacio decorativo, que los niños han hecho suyo– se trata de un puente sobre una falsa cuenca de un río, recubierta de un falso césped, sobre el que nos niños se revuelcan y se tiran con las bandejas del McDonalds como si fueran trineos – muy ingenioso.

Allí, estaba mi niño, cuando de pronto, ha venido hacia mí, corriendo, con los brazos abiertos – esto lo suele hacer mucho, porque además de ser un crack es muy simpático. Tras nuestro abrazo me ha dicho: “aga” –es decir “agua”. Yo le he ofrecido una botella con pajita que siempre llevamos con nosotros. Él ha negado contundente “no-no-no”. He pensado, a lo mejor quiere el batido de chocolate que estaba tomando y se lo he ofrecido, y otra vez ha negado “no-no-no”. Entonces me dice mi novio: “aga-mamá”, lo que quiere es teta…

¿Comprendéis ahora lo de madre orgullosa?

jueves, 18 de febrero de 2010

Mea culpa…


Parece que estoy rozando el límite permitido por la sociedad para empezar a hacer vida social. Muchos me sugieren, algunos me exigen, que comience a salir a cenar, que vaya al cine, que me vaya de copas, que deje a mi niño con los abuelos, que “recupere” mi vida.

Pero yo no lo necesito, no me apetece, no tengo ganas de “hacer cosas de mayores”. No quiero pasar una tarde sin mi niño, menos aun una noche y no quiero ni oír hablar de un fin de semana.

Si estuviera hablando de mi marido, de un novio o incluso de un amante, todos entenderían que es normal que quiera pasar con la persona amada todo el tiempo que me sea posible. Tenemos asumido que por amor se cambia de hábitos, de rutinas, de tipo de ocio, de ciudad e incluso de vida… pero parece pecado si digo que no me apetece irme de copas porque no quiero dejar a mi niño de 18 meses.

Y entonces algunos dicen: “Es que el niño tiene mamitis…” pues, oye, lo normal… si tuviera 18 años y no quisiera salir con la novia por estar con mamá, me preocuparía, pero si con año y medio quiere estar con su madre… no sé, a lo mejor “mis consejeros” creen que debería dejarlo salir con los colegas, pero es que me da cosa, además, no creo que la paga le dé aún para litronas.

Y otros afirman: “Es que tú tienes hijitis…” pues quizás sí. Como dice mi profeta Laura Gutman, en su biblia del puerperio “Maternidad y el encuentro con la propia sombra”, yo estoy en plena fase de fusión con mi niño y lo que más me gusta, lo que más necesito, es estar con él. Pido perdón a la sociedad por eso, entiendo que a todos les parezca raro que durante el fin de semana quiera estar con mi niño, al que veo pocas horas al día de lunes a viernes…

Pues eso: Soy mamá y tengo hijitis… mea culpa.

martes, 16 de febrero de 2010

Un mal día lo tiene cualquiera...

El 94% de las madres que dan el pecho a sus hijos no siguen una dieta adecuada; España es el cuarto país europeo con mayor tasa de obesidad infantil; Los niños españoles ven una media de 218 minutos diarios de televisión; La prevalencia del sedentarismo es del 39% entre los niños y del 68,2% en las niñas entre nueve y once años…

Pues no, parece que no lo hacemos muy bien como padres, pero que coman fruta, que empiecen a masticar, que duerman solos, no ser muy permisivos, pero darles mucho cariño, que obedezcan, que lean, animarles a hacer deporte… son tantas las premisas que hay que cumplir, son tantos los requisitos que me canso sólo de pensarlo.

A veces no sabemos, a veces no podemos, otras nos es más cómodo y algunas es que estamos agotados… el caso es que siempre podemos ponerle una pega (o muchas) a nuestro trabajo como padres, a nuestras decisiones, a nuestros comportamientos.

Menuda tarea tenemos… Si nos los quisiéramos tanto…

¡Ánimo padres y madres! :-)